Cómo crear tu propio método
Para crear tu método o tu sistema, necesitarás tener en orden toda la secuencia de pasos que haces con tus clientes, para lograr su transformación.
Es muy recomendable que lo tengas todo escrito en papel, para que de un sólo vistazo tengas frente a ti el panorama completo de tu servicio, y te resulte más fácil la tarea.
El nombre
Para crear un nombre, existen algunas recomendaciones que puedes seguir:
Considera que un método o un sistema, son una secuencia de pasos ordenados con un determinado fin. Como tal, una representación visual o auditiva de una secuencia, te ayudará a que se comprenda más fácil. Por ejemplo, uno de los documentos del a biblioteca se llama «El Método ABC para insertar mensajes donde quieras».
Aliteración. Es cuando utilizas repetición de sílabas o letras que hacen el nombre más agradable a la vista y al oído. Por ejemplo, mi método se llama «Alinear-Atraer-Acelerar». Un ejemplo muy famoso de aliteración, es «Pepe pecas pica papas».
Puedes utilizar un nombre compuesto por siglas, o un acrónimo. Al hacer esto, piensa que debe sonar como una palabra coherente, de tal modo que por ejemplo, no juntes tres consonantes si quieres que suene a algo en español. Es válido también utilizar algún acrónimo para que suene a alguna palabra en otro idioma, si esa palabra está relacionada con tu tema.
Los pasos
Considera que este es un número importante. 3 a 5 pasos son lo ideal, y los números nones se ven mejor. 7 puntos normalmente son lo máximo recomendable para dar la idea o sensación de que es algo que requerirá poca inversión de tiempo.
Si presentas algo de más de 10 pasos o etapas, implica un compromiso que se percibe que es a largo plazo, algo que implicará no sólo un gran esfuerzo por parte de tu cliente, sino que también te implica a ti.
Sin importar cuántos pasos o etapas tenga tu método, básicamente se puede dividir en tres etapas:
- Preparación
- Desarrollo
- Conclusión
Y necesitas que esas etapas estén muy bien definidas y listas para que cualquier persona las pueda comprender.
La ejecución
Algo que no debes perder de vista, es tener bien medido el tiempo que necesitas invertir en la ejecución de tu método, es decir, en llevar a cabo la aplicación de tu método con tu cliente.
¿Cuánto tiempo necesitas trabajar directamente 1 a 1 con tu cliente?
¿Cuanto tiempo necesitas para trabajar tu por separado, mientras tu cliente hace lo que le toca por su propia cuenta?
¿Cuánto tiempo necesita tu cliente para hacer lo que le toca sin tí?
Esto es importante a la hora de saber cuántos clientes puedes atender por mes, considerando el tiempo que debe invertir tu cliente y el tiempo que debes invertir tu.
Con estos cálculos, podrás tener el factor Tiempo completamente definido a la hora de hacer tu oferta.
El punto de arranque
Cada cliente tiene condiciones diferentes a la hora que te contacta. Aunque en tu definición de cliente ideal tu puedas establecer algunas de ellas, lo más probable es que existan algunas condiciones o circunstancias personales que tu no puedas controlar o contemplar, ya sea por su propia naturaleza o porque simplemente las desconocías.
Entonces, como buena directora de orquesta, lo primero que debes hacer es ponerles a todos en tono. Esto es, establecer las condiciones en las que necesitas que se encuentren tus clientes para poder dar inicio a tu método.
Este pequeño análisis, también te podría ayudar al mismo tiempo a pulir mejor tu definición de cliente ideal.
El punto final
Así como estableces un punto de arranque, tu servicio debe ser finito. Debes plantearte un objetivo que, una vez cumplido, sea el punto final de tu servicio, y si tu cliente quiere o necesita ir más allá, entonces se convierte en un nuevo servicio que tiene sus propias condiciones.
Esto al mismo tiempo está relacionado con el cálculo del valor de tu ticket promedio.
Cuando ya tienes claro el punto final de tu servicio, es común que vayan surgiendo ideas de servicios adicionales paquetizados.